Compartimos y valoramos el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas que tiene la ley de 40 horas laborales. Por ello, promovimos desde el primer minuto y en todas las instancias a las que fuimos convocados, la necesidad de incorporar fórmulas de adaptabilidad en la distribución de la jornada y de gradualidad, aspectos que de alguna manera fueron incorporados en la ley.
Lamentablemente, varios de los puntos que planteamos durante la tramitación de la ley, no fueron atendidos. En la agricultura es complejo ajustarse a horarios rígidos. Una vaca no puede esperar para ser ordeñada y una fruta debe ser cosechada en el momento preciso. La agricultura tiene tiempos específicos que requieren de adaptabilidad y flexibilidad, ya que muchas tareas del sector están sujetas condiciones meteorológicas, sanitarias y fisiológicas.
Asimismo, le transmitimos al gobierno y parlamentarios la preocupación del sector por los efectos que esta ley puede generar, ya que podría aumentar la informalidad. A esto, se suma el alza de costos que conlleva para las empresas en mayor medida pymes.
Las mejoras en productividad son aún más imperativas en este nuevo escenario.
Cristián Allendes Marín
Presidente
Sociedad Nacional Agricultura